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Opinión Principal

La Reforma Energética.

Los energéticos son propiedad de la nación.

Escuela de pensamiento de Ciencia Política.

Xalapa, Ver. 31/01/2022.- La riqueza y la libertad son indispensables para asegurar la existencia del Estado; mientras la justicia y la virtud cívica son necesarias para asumir un buen gobierno. Para El Colegio de Veracruz, siendo una universidad especializada en ciencia política, resulta fundamental realizar acotaciones en torno a la secuencia temática que se viene dando sobre la Reforma Energética, la cual es una propuesta enunciada por el responsable del Ejecutivo Federal. El presente es un escrito dirigido para el lector poco avezado en estos temas, que en cierta manera le tienen que interesar al pueblo mexicano.

En México, dentro del llamado periodo del neoliberalismo, la clase adinerada se aprovechó de la complicidad con la élite política para lograr grandes ganancias a partir de la privatización de todo lo público; sin duda, fue un periodo en donde se subastó el patrimonio de la nación, pero sin que ningún rico mexicano participara en

las distintas ramas de la producción, la cual, tal como demostró Carlos Marx en el libro de El Capital, es la única inversión productora de riqueza. Evidentemente, todo ello resultó determinante para que, por más de cuarenta años, el país mantuviese ese penoso rezago dada la gran intervención de la oligarquía extranjera.

El control de los oligarcas sobre el patrimonio de la nación fue avasallador. La privatización de la minería, el petróleo, energía eléctrica, los ferrocarriles, bancos, la educación en todos sus niveles, teléfonos, entre otros rubros más, llevó a que se perdiera la rectoría del Estado Mexicano, dando como resultado la pauperización

de las clases obrera y campesina. De esta manera, también se perdió el pacto político consagrado en la Carta Magna de 1917, con el cual se había redefinido lo nacional frente a las ambiciones imperialistas del momento, en donde la propiedad en nuestro país es pública, administrada por el Estado.

De ahí la enorme importancia de la Reforma Energética, con la cual se rescatarán los recursos de manos de los privados extranjeros. Todo esto es parte del Nuevo Proyecto de Nación, de esencia republicana, el cual es defendido a capa y espada por una considerable cantidad de ciudadanos mexicanos en contra de los reaccionarios o conservadores, quienes siempre están a favor de la explotación a mansalva de los recursos del país.

Fue durante más de cuarenta años que los gobernantes mexicanos de esencia oligarca implantaron sus objetivos personales y de grupo, provocando que se llevara a cabo un libertinaje económico sin parangón, todo en razón de la privatización de lo público. El otro elemento a considerar es la despolitización del pueblo mexicano, la cual se logró por medio de los llamados aparatos ideológicos como la escuela, la iglesia, la prensa, la radio, la TV, entre otros.

De esta manera, el Nuevo Proyecto de país no sólo pretende asegurar el derecho al bienestar de la población, sino también a reivindicar el papel político de la ciudadanía. De ahí la propuesta de la revocación de mandato y la rendición de cuentas, donde la idea estriba en contar con un mecanismo mediante el cual se les pueda exigir a los gobernantes mejores resultados, e incluso la posibilidad de deponerlos del cargo por su pésima actuación.

La Reforma Energética, propuesta por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, está encauzada al fortalecimiento del Estado Mexicano como garante de los derechos humanos y sociales. Todo lo anterior es parte fundamental de esta transición entre lo que fue el gobierno de esencia oligarca y el actual, donde se privilegian condiciones eminentemente republicanas, las cuales están a favor de todas las clases sociales y que llevarán al engrandecimiento del país.